Muchas Noches

Puntos de inflexión

Desde pequeño tuve la suerte de tener un contexto favorable, tanto familiar como geográfico, para poder crecer en contacto con el medio natural. Gracias a mi familia aprendí, desde la humildad, los valores de la tierra, del cultivo, del esfuerzo, la responsabilidad, la sensibilidad, el agradecimiento o el respeto. Crecer en un pequeño pueblo llamado Estivella (Valencia) situado a los pies de la montaña el Garbí me brindó la posibilidad de descubrir, paso a paso o a golpe de pedal, el entorno rural y paisajístico maravilloso que guarda la Sierra Calderona.

En 2012 viajé en Nepal y los impactantes Himalayas me atraparon. 5 años más tarde, en 2017 realicé mi primer reto solidario: Cruzar la Cordillera Pirenaica por el GR-11, de mar a mar a través de 813 km. y 33 días caminando. La Transpirenaica cambió mi vida. Me descubrió, me ayudó a ver mis miedos y a entenderme y conocerme un poco más. Fue mi primera travesía solidaria y toda la recaudación fue donada a la Fundación Sanamente de Villena para el trabajo que hacen por la promoción de la salud mental.

Después vinieron el «Objetivo Norte», el «Reto Por Patas» y los «11 (+1) Cols des Pyrénées» pero, sin duda, el reto más importante de mi vida fue sobrevivir a un infarto fulminante a inicios del 2020. Es como volver a nacer, pero con la mirada desde otro plano. Con miedo, mucho miedo, pero también con ganas, muchas ganas. De vivir, de vida.

La Corazonada

El 12 de enero de 2020 me dio un infarto sin motivos aparentes. Los días en la UCI no era consciente de lo que había sucedido ni de la repercusión que iba a tener en el nuevo rumbo que tomaba mi vida. Cuando llegué a casa la sensación que tenía era de haber vuelto a nacer pero con miedo, mucho miedo. Era miedo a perder la vida y con ello perderlo todo. Ferran estaba a punto de nacer y yo me sentía muy frágil. Cuando vi el montón de mediación que tenia que tomar cada día pensaba que era una broma, no podía ser cierto lo que me estaba pasando. Con el tiempo asimilas tu nueva situación y empiezas a aceptarla poco a poco pero el respeto a la vida es algo que ya se quedó a vivir conmigo para siempre.

Espacio íntimo

Desde la corazonada la montaña se convirtió en una especie de «super-píldora» necesaria para mi salud física y mental. Pocas cosas consiguen aportarme más vitalidad que una salida en bici o una buena caminata por la montaña. Es, sin duda, el rincón más íntimo y especial que me gusta frecuentar cuando tengo tiempo. ¿Por qué lo hago? La montaña me ofrece un espacio donde poder evadirme y encontrarme conmigo mismo para conocerme mejor, descubrir mis límites, mis miedos o mis fortalezas. También es un buen lugar para frenar y regalarme momentos de calma y tranquilidad.

Cada reto, travesía, etc. puede ser una actividad totalmente transformadora, recibiendo a cambio una recompensa totalmente provechosa para mi salud mental y física. La montaña me ayuda mucho  a afrontar la vida con actitud, siendo consciente de mis limitaciones, pero las ganas de vivir y el ímpetu por mantener las secuelas de la corazonada a raya son mucho mayores.

Causa solidaria

La causa solidaria siempre está por encima de todo. Me enriquece mucho pensar que somos los protagonistas del cambio, que somos capaces de motivar a otras personas y de crear nuevas formas de ver la realidad. También a partir de la corazonada siento como una especie de motivación por difundir el mensaje de que,  aun con nuestras dificultades, somos capaces, somos válidos, somos gigantes (como las montañas) y aunque también seamos frágiles, la actitud es tan importante que siempre valdrá la pena levantarse de nuevo para seguir caminando, paso a paso. Es la belleza de vivir de forma apasionada.

Somos tiempo – «Muchas noches»

Somos el tiempo que nos dedicamos, así que no queda otra opción que complacerte, de forma generosa, de un vivir inmenso lleno de ti.

Muchas Noches son las palabras que utilizaba mi padre cuando se despedía y, como no podía ser de otra forma, también fueron las últimas que dijo cuando falleció. Este proyecto va en la memoria de mi madre y de mi padre y nace para dar forma a la unión entre la pasión por la montaña, la vocación solidaria y la necesidad por divulgar la importancia de la actividad física para la mejora de la salud y la promoción de estilos de vida saludables.